Casi al límite con Soria, al sur de Burgos y en plena comarca de la Ribera del Duero, se encuentra este pueblo que tiene merecido estar catalogado como uno de los más bonitos de España. Sus calles empedradas, sus casas tradicionales y su gran conjunto monumental han hecho que sea un punto turístico importante, digno de una vista en la provincia de Burgos.
Sabiendo que el centro histórico de esta villa es peatonal, aparco el coche fuera de la muralla y me voy hacia el arco que da acceso a ver toda la zona monumental.
PLAZA MAYOR
Cuando aparezco en esa enorme plaza, me vienen los recuerdos de tantas fotografías como he visto de Peñaranda y me parece mentira poder tenerla delante de mis ojos. Tiene una belleza imponente y parece como si te adentraras en otra época (la de las princesas y los caballeros), plagada de monumentos, casas blasonadas y suelo empedrado.
- Rollo Jurisdiccional
La primera visión que tengo de la Plaza Mayor es el Rollo Jurisdiccional, el único catalogado como conjunto histórico artístico en la provincia de Burgos. El diccionario de la Real Academia define el rollo como “una columna de piedra, generalmente rematada con una cruz, que se utilizaba como insignia de jurisdicción y que a menudo servía de picota”. Era pues, el monumento donde se exponían las cabezas de los ajusticiados en aquellos tiempos en la que al Estado le gustaban las emociones fuertes.
- Colegiata de Santa Ana
Un edificio austero y monumental que sufrió algunas reformas en el siglo XVIII. Comenzó su construcción en 1540 por la viuda de Francisco de Zúñiga, IV Virrey del Perú, siendo nombrada colegiata ya en el año 1605. Lo que más impresiona de ella sin duda es la altura. En su interior está enterrado el padre de la Emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo.

Uno de los elementos más espectaculares del exterior es su portada barroca, que está presidido por Santa Ana y ha sido restaurado hace pocos años. Sin duda, esta iglesia es una auténtica joya histórica y por ello, ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
- Palacio Ducal
Me paro un ratito en esta vieja casona que ahora se usa como posada y restaurante. Desde ahí contemplo la plaza y todo el conjunto.¡Es una pasada!.

- Palacio de los Condes de AvellanedaConstruido en estilo Renacentista en 1530, luce los escudos de los Zúñiga, los Avellaneda y los Cárden

Tras el descanso, continuo plaza arriba para encontrarme con otro enclave importante como es el Ayuntamiento y desde el cual ya se puede divisar su famoso castillo al que se puede acceder tras una caminata en subida de unos veinte minutos. Esta es una de las estampas más conocidas y fotografiadas de la localidad.
Buscando la oficina de turismo, hago un recorrido por sus calles en las que las casas con vigas de madera vista son una de sus principales señas de identidad. Las calles de todo el pueblo son de piedra, al igual que las casas, y el resultado es espectacular. Encuentro en todo el recorrido carteles explicativos referidos al monumento que voy viendo, algo que se agradece mucho y que te ayuda a comprender la historia del lugar.
Una de las curiosidades de Peñaranda es que cuenta con la farmacia más antigua en funcionamiento.
Lucas Ximeno fundó esta botica en el siglo XVIII y sus descendientes (ocho generaciones) han mantenido su legado a través de los años. No hay que olvidar que es una propiedad privada y la actual farmacia del pueblo.

CASTILLO
Data del siglo X y se encuentra sobre una colina donde es mejor ir en coche y desde donde se tienen unas vistas impresionantes de toda la comarca y en concreto de la Villa. Para acceder a él hay que salir por la carretera en dirección Clunia, donde podremos encontrar un cartel que nos indica cómo llegar.

Por un momento me da tristeza marcharme porque siempre sientes que dejas mucho por ver en cada lugar que visitas, cosas por conocer y al final acabas convenciéndote pensando que quizás le puedas hacer otra visita en un futuro próximo.
Con esa idea me marcho y dejo una hoja en el agua a la espera de volver a recogerla en alguna ocasión.
Mi recomendación:
Para almorzar, Alojamientos Palacete donde también puedes hacer noche. Un sitio agradable donde hacer un alto en el camino y tomar algo antes o después de la visita a Peñaranda. En mi caso, hice un picoteo con un riquísimo vino Ribera del Duero como procedía dado el lugar donde estaba.
En un viaje perdidos por la inmensidad de Castilla, estuve comiendo en uno de esos templos del asado que existen en Aranda de Duero y la charla con un vecino de mesa me llevó a visitar Peñaranda, una localidad para mí desconocida hasta entonces. Mi primer pensamiento coincidió con el título de tu post, una joyita que merece más publicidad. Pueblos como este nos remontan a otras épocas.
En esa misma terraza de la Posada Ducal estuve saboreando una cerveza y, como siempre he preferido el saber popular al dogmatismo de las guías, alguien me recomendó que tras visitar el castillo siguiera hasta Clunia Sulpicia, colonia romana situada a tan solo 15 kms. y que fue un magnífico broche a esta visita. Puede que de haber estado hubieses hecho un post solo para este lugar, pero alguien dijo que siempre hay que dejar algo sin ver para volver. No es mal dicho.
Toda la provincia de Burgos es una joyita y coincido contigo en que las gentes te orientan mucho mejor que una guía .
Un lugar super recomendable que tenía ganas de conocer y desde luego no me defraudó en absoluto.
Saluditos Luis !!.
Síííí, Marisa, la provincia de Burgos tiene una amplísima oferta cultural, gastronómica y paisajística, doy fe y, aunque he visitado diversas zonas, no me importaría hacer un recorrido escuchando tus comentarios porque la visión que se tiene de cada lugar depende de los ojos que lo contemplan.
Y tu forma de mirar transforma lo sencillo, lo insignificante, lo cotidiano, en lo más llamativo de cada viaje. ¡Cuantas cosas te preguntaría para que me dieses tu opinión! Sigue contando tus viajes, No nos prives de ese placer.
Saludos!!
Saludos Luis.¡Gracias nuevamente por tus bonitas palabras!