Morbihan es un departamento francés situado en la región de Bretaña. Recibe su nombre del golfo de Morbihan (mar pequeño, en bretón). Con 6.823m2 y 643.874 habitantes ofrece un rico patrimonio, tanto por sus paisajes costeros y marítimos como por sus yacimientos prehistóricos y sus ciudades con carácter.
Mi recorrido por esta zona empezaba en Malestroit, una pequeña ciudad repleta de casas antiguas, situada en un islote en mitad del rio Oust, a la que sólo le une al continente un puente y que durante la guerra de los cien años sirvió varias veces como anfitrión entre los bandos enfrentados para firmar armisticios y treguas entre los reyes de Francia e Inglaterra.
Uno de los 9 pueblos independientes de la Bretaña.
Su arquitectura es digna de admirar y por ello la mejor forma de hacerlo es pasear con detenimiento por cada una de sus calles, a cual más sorprendente, disfrutando de esas flores tan coloridas que lo embellecen aún más.
Grandes mansiones, pequeños callejones empedrados y la Iglesia de St. Gilles hacen las delicias de todos los que acudimos a Bretaña para disfrutar de esas petite cite de caràctere que con tanto esfuerzo se han ganado esa acreditación ,en el caso de Malestroit fue en el 2013.
En la Edad Media se convirtió en una plaza muy próspera, con una actividad económica que giraba esencialmente en torno a la industria textil( lino y cáñamo), materiales de construcción (arena y pizarra) y el cuero, pero fue la construcción del canal de Nantes a Brest, obra faraónica para la época, lo que realmente marcó la importancia de Malestroit, siendo una de las localidades que se incluía a su paso y a la que la construcción de dicho canal le sirvió para poder expandirse gracias al comercio.
Este canal fue ideado para asegurarse la comunicación tierra adentro entre los dos grandes puertos militares del frente atlántico francés. Su construcción comenzó en 1811 y Napoleón III de Francia presidió la inauguración del canal en 1858.
Es un camino de agua de 362 km.y requirió el acondicionamiento de ocho ríos,la creación de tres canales de confluencia y de represas. Trabajaron decenas de arquitectos y varios batallones de presos de guerra (prusianos, españoles e ingleses).
A día de hoy es un gran atractivo turístico y mucha gente lo recorre a través de los carriles que lo acompañan, en bici, o bien de forma fluvial.
Amanecí en Vannes, en el hotel f1, donde tenía reservada tres noches y desde donde iba a visitar la zona de Morbihan que tenía prevista para esta escapada. Nada como un rico café para espabilarme 😀 que aunque era de máquina, estaba muy bueno (descubrí el café con vainilla 😆 ). Y con mi dósis de cafeina, cojo rumbo a Malestroit donde pude aparcar relativamente cerca del “Centre de la Ville” .
Para mi sorpresa, coincidió que era día de mercado, y si bien, por un lado nos vino de perlas porque así pudimos ver los productos locales e incluso comprarnos algo para el almuerzo, también he de decir que ubicarlo en pleno casco histórico desvirtúa toda la visita, pero como siempre hay que sacar lo positivo de todo, nos lanzamos a dar el paseo por el mercado en sí.
Os dejo el enlace de los días de mercado en la zona por si alguno quiere visitarlo:
http://www.savourezlabretagne.com/synagri/les-marches-du-morbihan
¿Y qué hacen dos españoles en un mercado de la Bretaña?, pués comer paella… Bretona !! 🙄 y no dejar de preguntarnos ¿qué hacen las rodajas de chorizo allí?, 🙄 , en fin, fuera bromas estaba muy rica, bastante picante, pero la paella debe ser española siempre 😛 .
En el mercado vimos bastantes puntos de venta de ropa y calzado a los que no hicimos mucho caso , y nos llamó la atención que habían numerosos puestos donde te elaboraban la comida( gallettes, creppes, platos más suculentos, como este puesto donde compramos la paella) y, por supuesto, muchos de quesos, algo típico en Francia y de frutas ( no pude evitar el que viniera a mi mente la cantidad de camiones que nos han volcado estos franceses 😥 ).
Después de ver el mercado nos acercamos a la oficina de turismo, donde una chica con un español aceptable y super amable, nos dió el mapita correspondiente para realizar la visita y también nos recomendó localidades cercanas para visitar que sin duda merecen otro post aparte (La Gacilly y Rochefort en Terre).
Nos dedicamos a recorrer sus preciosas calles, con esas casitas de piedra adornadas con flores y muchas de ellas con el clásico entramado de madera tan característico de la zona. La estampa parece sacada de un cuento 🙄 .
Existen muchas casas solariegas en Malestroit, algunas son visitables , para quien esté interesado no olvidar preguntar la ruta en la oficina de turismo.
Iglesia de St. Gilles
Construída en varias etapas,en su interior se encuentran dos naves bien diferenciadas de los S. XII y XVI, con un rosetón y vidrieras preciosas (he de decir que soy una fanática de las vidrieras y que en muchas ocasiones entro a las iglesias simplemente por admirarlas, no prestándole la misma atención al resto del monumento).
Clasificada como Monumento histórico y famosa por su ternera esculpida en la fachada.
Plaza Bouffay
Definitivamente, disfrutamos mucho la mañana que le dedicamos a Malestroit. Nos pareció encantadora y lo que al principio nos decepcionó (el mercado en pleno centro), después le dio un aliciente a la visita porque al fin y al cabo, ver casas con entramado de madera, calles de piedra y adornos florales por doquier, sólo acababa de empezar ….
Au revoir Malestroit … 😉