Fundada por los romanos con el nombre de Flaviobriga y con un casco histórico declarado Conjunto Histórico Artístico, Castro Urdiales regala al visitante la perfecta conjugación entre lugar turístico de primer orden y todo su sabor a ciudad tradicional, avalada con más de 2000 años de historia.
Me dirigía hacia el aeropuerto de Santander para tomar un vuelo en dirección a Málaga, de regreso de mi escapada por el País Vasco y Navarra, cuando pasé por esta preciosa ciudad que verla ya desde la autovía te llama a hacerle una visita.
Miré el reloj y disponía de algo más de una hora así que sin dudarlo decidí acercarme para, al menos, darme un paseo por su parte marinera que es la que contiene la mayoría de sus tesoros. Dicho y hecho, aparco en pleno paseo marítimo y me dispongo a dar una caminata respirando el mar cantábrico, que sin duda tiene un color especial.
Castro Urdiales se sitúa a 75 kms de Santander y a 35 kms de Bilbao. Aunque pertenece a Cantabria, su cercanía con la villa de Vizcaya hace que muchos de sus habitantes la consideren como suya y la disfruten, sobre todo, en la temporada estival, donde luce aún más (si cabe) todo su atractivo turístico.
Situada a 19 mts. sobre el nivel del mar, es el tercer municipio de Cantabria con más población y el primero también en recibir el título de Villa en el año 1163. Formó parte de la poderosa hermandad de las Cuatro Villas de la Costa del Mar. Y el rey Alfonso XIII posteriormente le otorgó el título de ciudad, dejando de ser considerada Villa.
A medida que me voy a acercando a su casco viejo, ya puedo ir divisando la que es su estampa más reconocida y en la que se ve su iglesia, el castillo, el faro, el puente medieval, la ermita de Santa Ana y a sus pies el precioso puerto que parece una pintura. Me paro un ratito a hacer unas fotos para llevármelas de recuerdo aunque cuando ves algo tan bonito, el recuerdo en la memoria es la mejor imagen.
Sigo mi paseo hasta acercarme a esa parte que veo desde el puerto, adentrándome por unas callejuelas estrechas que me muestran la zona más marinera y tradicional (que sin duda me encanta) hasta llegar a los pies de su iglesia.

La iglesia (reconocida como la mejor obra gótica de toda Cantabria), fue construida entre los siglos XIII y XV. Con traza de catedral y junto con el castillo, formaron el entramado defensivo que además, se completaba con la ya desaparecida muralla. Tiene planta basilical y en su interior alberga las imágenes de la Virgen Blanca y el Cristo Yacente.
La historia de Castro Urdiales se remonta a épocas prehistóricas, tal y como demuestran hallazgos de pinturas rupestres existentes por la zona, aunque su auge fluye con los romanos, cuando es denominada Flaviobriga.
La vistas desde el castillo son inmejorables y encima, con estas compañeras voladoras que tuvieron el detalle de ejercer un ratito de modelos, pude realizar unas fotografías preciosas que capturaban toda la belleza de este entorno.